Mientras que los grandes deportes se actualizan, el balompié se mantiene anclado en el pasado.
Cuando los grandes deportes se actualizan e intentar utilizar todos los mecanismos tecnológicos que tiene a su alcance para evitar graves errores, el fútbol se mantiene anclado en el pasado.
Desde el atletismo hasta el cricket, el tenis, la natación y el baloncesto, todos estos deportes y muchos más han sucumbido al uso de la tecnología para solventar cuestiones de precisión en el deporte profesional, en los que el éxito o el fracaso dependen de un centímetro, de una centésima y nunca a ojo de buen cubero del árbitro, como ocurre en el fútbol.
El error del colegiado uruguayo Jorge Larrionda y de uno de sus asistentes, que no vieron cómo un disparo de Frank Lampard sobrepasó la línea de gol durante el partido ante Alemania, ha vuelto a recuperar un asunto recurrente en el fútbol mundial: la nula utilización de la tecnología.
Cuando los grandes deportes se actualizan e intentar utilizar todos los mecanismos tecnológicos que tiene a su alcance para evitar graves errores, el fútbol se mantiene anclado en el pasado.
¿Alguien se imagina que el récord mundial de los 100 metros en atletismo dependiera del ojo del juez de llegadas? Eso sí sucede en el fútbol, en 1966, y ayer lunes.
Muchas veces el argumento para no utilizarlo es tan peregrino como que con el uso de las nuevas tecnologías se desvirtuaría el debate del día siguiente en los foros futbolísticos, en la televisión, en las emisoras de radio y también caerían las ventas de los periódicos.
Todo suena a excusa. En España, el 'instant replay' se utiliza en baloncesto desde 2006 para aclarar las jugadas polémicas en las finales de cuarto. Por ejemplo, los árbitros del Partizán-Regal Barça, esta misma temporada, decidieron con la repetición de la jugada final, el resultado de aquel partido de la Euroliga.
Para solucionar problemas como el que se encontró Larrionda y su asistente en el Alemania-Inglaterra, seguramente con la utilización del 'ojo de halcón', que se usa desde 2004 en el tenis para decidir sobre las jugadas dudosas, sería suficiente.
Pero ni la FIFA ni la UEFA parecen decidirse. Esta misma temporada, la UEFA decidió recuperar los jueces de gol para dirigir los partidos de la Liga Europa, una manera de aumentar la nómina de árbitros sin solucionar realmente el problema.
En Estados Unidos, el asunto está resuelto desde hace unos cuantos años. Los cuatro grandes deportes: fútbol americano, béisbol, hockey hielo y baloncesto, utilizan las imágenes televisivas para respaldar el trabajo de los árbitros.
Todo nació en 1963, cuando la cadena televisiva CBS decidió utilizar la repetición de las imágenes para analizar los partidos de fútbol americano, unos cuantos años se decidió que los árbitros pudieran utilizar estas imágenes ante acciones conflictivas.
La premisa estaba clara: "Si no lo ves en televisión, no existe", la frase es de Toni Verna (CBS), pero el mundo del fútbol parece funcionar con otras inercias.
En los últimos Juegos Olímpicos, que se disputaron en Pekín, Omega desarrolló un sistema que permitía capturar hasta 3.000 fotos por segundo, infalible a la hora de decidir quién había ganado una carrera en el 'fotofinish'.
En las regatas se utiliza el sistema de localización (GPS) para determinar exactamente la posición de un barco, en el maratón (el GRPS) sirve para marcar los lapsos de tiempo de los atletas, pero el árbitro italiano Roberto Rosetti hubiera tenido suficiente con una repetición para enmendar su error en el Argentina-México.
No vio cómo Tévez estaba claramente en fuera de juego cuando anotó el 1-0. El problema, para Rosetti, y para el fútbol es que todo el estadio pudo ver el error arbitral porque la jugada se repitió por las pantallas gigantes en las graderías.
La respuesta de la FIFA ha sido inmediata. En lugar de rectificar, ha decidido que a partir de ahora las repeticiones no se podrán ver en las pantallas instaladas en el terreno de juego, una forma de matar al mensajero.
El vídeo, que un día mató a la estrella de la radio, un día u otro también tendrá cabida en el mundo del fútbol. Seguramente éste será el último mundial sin el 'instant replay', porque el fútbol no puede obviar la realidad y utilizar la tecnología únicamente para indicar el número del jugador sustituido o el tiempo que se tiene que añadir.
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