Estimada Madelaine:
Comienzo este escrito llamándote por tu nombre, porque gentilmente así me lo solicitaste el día que nos conocimos, gesto que habló muy bien de tu calidad humana.
Madelaine, me dio mucha tristeza verte caminar el pasado 29 de Julio cuando finalizaba el partido inaugural por la sala de prensa del Estadio Metropolitano triste, cabizbaja, como reflexionando acerca de una cantidad de cosas que sin duda, estoy seguro que no salieron como pensabas.
Te escribo esta carta abierta para decirte, que tu no fuiste culpable de nada de lo que ocurrió ¿Sabes por qué? Porque te mandaron a la guerra, a cumplir una épica labor para la cual no estabas preparada y sobretodo, porque como tú misma me lo comentaste en tu oficina: “No tenías ni idea de lo que era el fútbol, ni lo que significaba una Copa del Mundo”.
Hoy día estoy muy dolido, siento que tuvimos una oportunidad histórica para demostrarle al mundo la importancia de nuestra tierra, importancia que en algún momento tuvimos pero solo con noticias negativas. Este era el momento para demostrarle también al resto del país, que Barranquilla tiene muchísimas cosas más que mostrar, que no somos solo el carnaval.
Hoy día te pregunto, con mucho cariño y respeto: Del personal con el que laboras en el comité organizador ¿Cuántos han asistido a Copas del Mundo? ¿Cuántos han hecho cubrimientos internacionales? ¿Cuántos han visto en vivo y directo, el trabajo para el cual fueron contratados en este evento? ¿Consideras que tuviste la ayuda necesaria y el personal capacitado para entregar un balance óptimo al final de estas justas? La verdad, yo creo que no. Por mi parte, he asistido a las dos últimas Copas Mundiales y a mí jamás, me preguntaron ni tu ni los tuyos, absolutamente nada, a pesar que me puse varias veces a la orden.
Madelaine, el mes pasado se jugó en Alemania la Copa Mundial Femenina y ¿Cuántas personas de tu grupo de trabajo fueron a ver y a conocer como era un evento de esta magnitud? Me gustaría saber si la persona que tenías en el área de mercadeo realmente tenía experiencia en marketing deportivo, porque que yo sepa en esta ciudad vi muy poco ambiente de mundial y me refiero a las fiestas en las calles, a decoraciones, a lo que la gente goza y debe gozar con un ecuménico certamen. Yo particularmente vi unas publicidades en los paraderos de transmetro, uno que otro comercial radial, supe de una participación en Plataforma K (no sé qué tiene que ver ese evento con el deporte) y alguna otra cosa que se me puede escapar. Pero Madeleine, muchas personas te llevamos ideas de mercadeo para convertir esto en lo que debía ser, en una fiesta. Pero cabe resaltar que esas ideas para ti no valieron, a pesar que sabías que muchas de ellas eran adaptaciones de cosas que muchos de nosotros habíamos visto en grandes escenarios del mundo, como el Santiago Bernabéu, el Olympiastadion, el Allianz Arena o el Soccer City. Todos, te informo, son estadios de fútbol.
Me hubiera encantado ver actividades en escuelas con grandes ídolos de nuestro deporte que sí asistieron a Copas del Mundo o concursos en las calles donde la gente se contagiara de fiebre mundialista. Pero la verdad, pocos (incluyéndote) dimensionaron lo que significaba un evento de tal categoría para nuestro país y sobretodo, el hecho que nuestra ciudad fuera sede inaugural del evento.
A ti y a tu gente, les informé varias veces que tenía toda la papelería de los dos últimos mundiales, más de 350 fotos de salas de prensa, mapas de ciudades, de estadios, de fiestas, de actividades y ninguno hizo el más mínimo intento para que yo por lo menos les regalara una copia. Así, es muy difícil…
Hoy día te cuento algunas cosas de las que me enteré hace dos semanas: Los señores de la FIFA estaban molestos porque las plataformas de las cámaras del estadio no estaban bien ubicadas, que los bancos técnicos no estaban al nivel requerido y a esto le sumo, una nota publicada por el diario El Heraldo el día 27 de Julio del presente año titulada “El metro renovado en tecnología”, de la cual te escribo unos cuantos apartes: “Hace tres semanas el único ‘avance’ en telecomunicaciones que tenía el estadio Metropolitano eran tres o cuatro simples líneas telefónicas que atendía la Secretaría de Recreación y Deporte (esto antes de menos de un mes del partido inaugural)”, “Fue así como la compañía Metrotel, trabajando contra reloj, se hizo cargo de la instalación de todos los servicios necesarios para atender la demanda de los cientos de periodistas...”. ¿Te parece justo Madelaine, que esto se tuviera que hacer a menos de un mes de la inauguración? ¿Ese tipo de necesidades no deberían estar cubiertas desde mucho antes?
Si a todo esto les sumamos los problemas en el ingreso, los barriales por el lado de oriental, norte y sur, que al lado del centro de acreditaciones ni siquiera habían podado, los alrededores estaban llenos de huecos y hasta había cantidades alarmantes de excremento de caballo. Incluso, en el baño de la sala de prensa, nunca entendí por qué había un balde amarillo lleno de pintura debajo del lavamanos y también, según me informaron, algunos baños del público ni siquiera tenían puertas… Todo esto sin mencionar los problemas con las acreditaciones de los periodistas.
Por esto y por tantas otras cosas Madelaine, estoy triste. Toda mi vida soñé con ver en vivo y directo una Copa Mundial del Fútbol, meta que conseguí hace 5 años en Alemania. La verdad, cuando se abrió la posibilidad que Colombia fuera sede de un evento de estas características, pensé que a mi sueño cumplido le iba a agregar algo que no estaba en los planes de vida, pero que era maravilloso. Hoy, me siento tan confundido, que la verdad creo que fue buena idea que alguna vez renunciáramos a la Copa Mundial de 1986.
Hace unas cuantas horas, me enteré de algo que realmente sorprendió: Algunas personas de la ciudad Medellín, ofrecieron traer a Disney Corporation para el montaje del espectáculo de apertura si les daban el partido inaugural. Con todo y eso, la Federación Colombiana prefirió a Barranquilla, convencida que íbamos a hacer un gran espectáculo. Pero no lo conseguimos.
Las inauguraciones de grandes eventos no pueden ser solo baile y muestras folclóricas. Deben estar los más grandes artistas del mundo, deben haber efectos especiales, aviones, helicópteros, tecnología y tantas otras cosas. En pleno Siglo XXI, donde estamos rodeados de pantallas led, Televisores 3d y formato HD, nosotros seguimos con lo mismo de todos los años.
Un abrazo Madelaine y hasta una próxima oportunidad,
A la derecha, Jessurum en el pasado Mundial de Sudáfrica
Por: Gabriel Jessurum
Comunicador Social y periodista deportivo
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