Aquí se palpita el clásico. Juan Díaz Pérez, mejor conocido como Juancho Sports, nombre de su almacén deportivo en el centro del pueblo, es un claro ejemplo de la efervescencia que se vive en el municipio bolivarense por el derbi criollo entre Real Cartagena y Junior.
Detrás de la vitrina de su popular negocio en el centro del pueblo, Juancho Sports vende boletas para el duelo caribeño y cuenta cómo nació su amor hacia la divisa rojiblanca. “Soy juniorista desde que tengo uso de razón, yo iba a…”. La historia de Juancho es interrumpida abruptamente por Jorge Luna, otro magangueleño de corazón Tiburón que le reclama con ironía: “¿Juniorista? Con esa camiseta amarilla no creo”.
Juancho se mira así mismo y presuroso, como ofendido con lo que le dice su cliente y amigo, se voltea y agarra una de las casacas del Junior que expone en su negocio.
“Verdad que parecía del Real”, acepta. Para que no queden dudas, se pone un sombrerón con colores y mensajes alusivos al equipo que realmente se roba los afectos del “90% de los magangueleños”, según Juancho.
“Real se llevará la taquilla, pero Magangué apoyará al Junior”, dice Norma Quiroz, una de las tantas compradoras de boleta y camiseta rojiblanca en Juancho Sports.
“¡Aquí hasta el gato es del Junior!”, asegura Jorge Luna, que insiste en llevarse a EL HERALDO a su casa en el barrio Santa Rita, en inmediaciones al estadio Diego de Carvajal, sede del clásico, para evidenciar la pasión que los Tiburones despiertan en su familia y sus vecinos.
Y no se exagera. Desde la entrada de su hogar se puede divisar al fondo de su patio un enorme escudo del Junior. Antes de llegar hasta esa pared pintada de rojiblanco, Jorge señala orgulloso las fotos que se tomó con El Pibe Valderrama y que tiene en la sala de su casa.
Ya en el patio aparecen dos de sus tres hijos con la casaca de las seis estrellas y poco a poco, también uniformados, empiezan a llegar sus vecinos. Entre los visitantes que se preparan para posar para EL HERALDO se destaca Carlos Arango, hermano de nada más y nada menos que El Maestro Arango (q.e.p.d), histórico jugador del Junior.
“Dime tú si seré juniorista”, le dice Carlos Arango al periodista.
Todo el combo presente da fe que en Magangué, que se encuentra a orillas del Río Magdalena, además de bocachicos, abundan los Tiburones.
En cada esquina del municipio bolivarense hay algo referente a la escuadra con sede en Barranquilla, pero con hinchas en toda la Costa.
“El sábado viene un planchón de Mompox con hinchas del Junior”, se escucha decir entre los presentes. “También vienen buses de Sincelejo”, afirma otro. “¡Y de Ovejas!”.
De todas las ciudades y municipios cercanos habrá movilización para ver el partido, la pregunta es ¿dónde van a acomodarse? El estadio Diego de Carvajal apenas tiene un aforo para 5 mil personas. No hay puesto para tanta gente en el escenario.
“Cualquier vaina nos toca irnos a Los Paragüitas”, señala el exconcejal Gilberto Romero Atencia, que aún no adquiere su entrada.
Los Paragüitas es lo que en Montería se considera la sede de los hinchas del Junior.
Es un establecimiento con sillas y mesas con un paragua en el centro, en donde la decoración es rojiblanca y la gente acostumbra a reunirse para ver los partidos.
En los diferentes puntos de expendio garantizan que la boletería se ha consumido a buen ritmo y que el estadio se llenará.
Por Rafael Castillo Vizcaíno Enviado especial EL HERALDO
MAGANGUÉ, BOLÍVAR.
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