por HUGO ILLERA
INFORMADORES DEPORTIVOS
DIARIO DEPORTES
RADIO CURRAMBA
Pensé que Pekerman estaba
en Bogotá pero un dirigente me dijo que no sabía. Pensé que Pekerman estaba en
Buenos Aires y un periodista argentino me dijo que no sabía. Un periodista de
Bogotá me afirmó que Pekerman estaba en Barranquilla (en mi ciudad) pero los
hoteleros, los taxistas y los chismosos del aeropuerto me dijeron que no
sabían. Nadie sabe donde está Pekerman. Quise llamar a la esposa pero no sabía
su número telefónico. Estamos jodidos. Nadie sabe donde está Pekerman a
excepción de su banquero cuando consigna los dólares que le paga la federación.
¿O serán Euros?. Es posible que si le pregunto al banquero me dirá que no sabe.
Recientemente estuvo el preparador físico de la
selección en Barranquilla y nadie lo supo. Como que se vino por tierra o
disfrazado de marimonda. Acompañado por Joao Herrera hijo visitó hoteles,
canchas y los complejos deportivos de las cajas de compensación y se fue. Para
dar la noticia comencé a preguntar el nombre del preparador físico. No fue
tarea fácil. Un dirigente, no supo. Un periodista que cubre la fuente, no supo.
El jefe de prensa de la Secretaria de Deportes, no supo. Tuve que buscar y
rebuscar los nombres de los 11 asistentes de Pekerman. Por fin los conseguí
atando cabos en Internet puesto que en la página de la federación ¡no están!.
Un tal Urtasún, me dijo un periodista amigo. Gabriel no se qué cosa, me dijo
otro. Se llama Gabriel Urtasún. Pregunté por qué en Bogotá nadie sabe el
bendito nombre de los asesores de Pekerman. La respuesta fue que son tan
cerrados y misteriosos que ni saludan a los periodistas.
La última vez que los colombianos tuvimos el honor
de ver “al seleccionador nacional” fue sentado en el banco en el estadio de
Quito como ido, dormido, mirando lejos, como en éxtasis como una lechuza
dormida de día, con los ojos abiertos por supuesto, con la mirada perdida en el
horizonte de la confusión futbolística. Y la última vez que escuchamos “al
seleccionador nacional” fue en su confusa rueda de prensa, después del juego,
donde intentó dar explicaciones y no pudo y donde nos dejó convencidos de por
qué perdimos como perdimos. Enredados, sin ideas y fundidos físicamente. Y
pesar, pensamos, que a Leonel Álvarez lo tumbo la rueda de prensa en
Barranquilla, después de la derrota ante Argentina, y no la derrota en sí. A
veces trato de entender por qué Pekerman anda perdido. Creo que la única
respuesta que es que, con 11 asesores en el cuerpo técnico, ¿para qué aparece?
En medio de mi búsqueda para saber de Pekerman y
tener la oportunidad de entrevistarlo encontré respuestas, de verdad
divertidas: lo importante es que aparezca el día del partido, a Pekerman no le
gustan las entrevistas individuales, y ¿para qué lo vas a entrevistar? ¡Coño!
Pues quería saber si Pekerman sabe que Barranquilla
está sufriendo de tal manera el cambio climático que hasta los nacidos aquí
pasamos las de San Quintín por la alta temperatura, la excesiva sensación térmica
y la insoportable humedad.
Quería saber si Pekerman sabe que, hoy jueves por
ejemplo, a la media noche hay 28 grados de temperatura con 33 grados de
sensación térmica y 88 por ciento de humedad.
Quería saber si Pekerman sabe que, en el transcurso
del día, a las 7:30 de la mañana, cuando Junior acostumbra a trabajar, hay 27
grados de temperatura, 32 grados de sensación térmica y humedad entre el 90 y
el 100%.
Quería saber si Pekerman sabe que, cuando quiera
entrenar por la tarde, entre 3:30 y 4:00 PM, hay 32 grados, 39 de sensación
térmica y la humedad entre el 90 y el 100%.
Quería saber si Pekerman sabe que, cuando se vaya a
dormir a las 10 de la noche, Barranquilla tiene entre 28 y 30 grados de
temperatura, de 34 a 36 grados de sensación térmica y humedad entre el 80 y el
90%.
Quería saber si Pekerman sabe que, hace muchas
temporadas, que el Junior no hace doble entrenamiento diario a excepción de los
días miércoles cuando, para hacerlo, debe programar media concentración en un
hotel de la ciudad.
Quería saber si Pekerman sabe que en Junior es de
igual de importante la recuperación del jugador que el mismo entrenamiento
previo a los juegos.
Quería saber si Pekerman conoce el tema de la
recuperación con crioterapia (terapia con hielo) en el intermedio de los juegos
y al finalizar los mismos, la misma que utilizó Argentina para ganarnos en
Barranquilla con un calor fuera de lo común.
Antes, cuando clasificamos a tres mundiales,
Barranquilla era calurosa. Hoy es terriblemente calurosa y, no basta con el
fogón del calor, sino la preparación de nuestro seleccionado y la manera como
se puede evitar el menor impacto posible en los jugadores. Porque, no solo es
tener un estadio caluroso sino un buen equipo, bien preparado y bien
recuperado.
Esto me preocupa porque, esta vez para enfrentar a
Uruguay, Pekerman y sus 11 de Joselito, solo tendrán a los jugadores dos o tres
días antes. Para el doblete con Perú y Ecuador tuvieron al equipo 24 días antes
y, la verdad, a Urtasún como que se le fue la mano y vimos a un seleccionado
fundido que terminó ahogado en la altura de Quito.
Justamente ese ahogo, hizo que, por fin, la
federación le hablara, como debió hablarle siempre a Pekerman, y le desmontaran
el tema de jugar con los uruguayos en Bogotá. Algo se quebró, desde el partido
con Ecuador, entre la dirigencia y Pekerman. Ya no lo ven tan científico como
llegaron a decir algunos. Antes por el contrario, algunos quedaron con la el
convencimiento que esa sensación de orfandad, mostrada por él en el banco ante
Ecuador, era realmente la muestra que no sabía qué hacer, que planteó mal el
partido y decidió mal los cambios.
Vuelvo a la entrevista
Quisiera saber si Pekerman sabe sobre el rendimiento
de buenos jugadores jóvenes del medio como Dawlhin Leudo de Equidad, Gustavo
Cuellar del Cali y Gilberto García del Pasto y si todavía cree que, como no hay
más, hay que poner a Pablo Armero.
Quisiera saber si Pekerman sabe de la buena labor
del arquero José Cuadrado en Pasto y del veterano Farid Mondragón en el Cali.
Quisiera saber si Pekerman seguirá ignorando a un
goleador de raza como Teófilo Gutiérrez, si llamará a un volante creativo del
medio que le de la mano cuando lo necesite y mire al banco y no lo encuentre y
si seguirá con los micro ciclos que fueron micro nada porque, de verdad, para
nada sirvieron.
Quisiera saber, también, si Pekerman sabe del plan
de concentración del seleccionado uruguayo en Panamá para aprovechar la
similitud del calor, para que los jugadores no hagan el largo viaje de Europa a
Uruguay sino más corto al istmo, si sabe que el Holiday Inn de Punta Paitilla
sería su sitio de concentración, que tendrá a la mano para sus entrenamientos a
los estadios Rommel Fernández y Agustín Muquita Sánchez y si sabe que el viaje
por avión, entre Panamá y Barranquilla, es de solo 30 minutos.
Y por último, quisiera saber si los tres últimos
años en que no tuvo trabajo le hicieron mella en su conocimiento, si sus
compañeros desarrollaron ideas diferentes porque trabajaron con otros técnicos
(los que trabajaron, otros no).
En fin, quisiera saber si Pekerman sabe pero,
primero debo encontrar quien sepa donde carajo está Pekerman y segundo deberé
convencerlo que me de una entrevista personal como me dieron alguna vez Oscar
Washington Tabarez (su próximo rival), Pelé, Maradona, Pibe Valderrama, Lobo
Zagallo, Francisco Maturana, Bolillo Gómez, Reinaldo Rueda, Muhammad Alí, Sugar
Ray Leonard, Mano de Piedra Durán, Edgar Rentería, Tony Armas, Julio
César Chávez, César Luís Menotti, Carlos Bilardo, Joao Havelange (que
interrumpió una reunión en Lima para atendernos), su expatrón Julio Grondona y
sus actuales jefes Luís Bedoya y Ramón Jesurún.
Hey, de verdad, ¿dónde carajo está Pekerman?
No hay comentarios:
Publicar un comentario