Flojo arbitraje de Hernando Buitrago que se vio obligado a terminar el partido al minuto 86 por incidentes en la tribuna.
Ni el golazo de Giovanni Hernández, un precioso tiro libre que dejó quieto a Breiner Castillo al minuto 68, puede ocultar el lamentable espectáculo que dejó el clásico costeño entre Real Cartagena y Junior.
El epílogo del partido fue el desazón de los hinchas locales que, frustrados por una derrota más de su equipo, el cual a falta de nueve fechas hace méritos de sobra para volver a descender, protagonizaron un bochornoso espectáculo que llevó a que el árbitro Hernando Buitrago diera por terminado el juego al minuto 86.
Buitrago fue protagonista de principio a fin de un partido que terminó con 13 tarjetas, dos de ellas rojas, y en el que dejó de sancionar un penal para el Real Cartagena (falta clara sobre Angelo Rodríguez) y dos para el Junior, uno sobre Dayro Moreno y otro, el más polémico, sobre Vladimir Hernández.
Junior ganaba desde el minuto 24 gracias a Teófilo Gutiérrez, que aprovechó un enredo en el área para enviar el balón a la red, y en el último instante del primer tiempo Hernández fue derribado claramente en el área cartagenera pero Buitrago no sólo no sancionó el penal, sino que amonestó a Vladimir por "fingir" y, como ya tenía amarilla, lo expulsó.
Con uno menos el Junior puso el 0-2 gracias a una mala salida de Castillo en un tiro libre, y de cabeza sentenció el juego al 58, aunque cometió el error de tirarse atrás. Cartagena se fue a buscar el descuento a sangre y fuego, y al 65 José Nájera le dio ilusión a los hinchas, pero duró poco: al 67 Caraballo casi se lleva la pierna de Giovanni a su casa, fue expulsado, y en el tiro libre de la falta llegó el gol de Hernández.
Lástima que ese golazo no sea la noticia, sino la polémica del final y el flojo arbitraje de Buitrago. Lo cierto es que Junior sigue arriba, con 19 puntos es segundo y se mantiene invicto, mientras Real Cartagena sigue colero y cavando el túnel para volver a descender.
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