jueves, 27 de septiembre de 2012



por HUGO ILLERA
DIARIO DEPORTES

Si no puedes ganar, empata. Así de sencillo. Puede parecer una frase de filosofía barata pero es cierto. Los técnicos y sus equipos de fútbol deben sincerarse ante la evidencia cuando su rival juega mejor y lo complica. Entonces, hay que tomar las previsiones para no perder. Sobre todo cuando juegas en casa. Eso hizo Cheché Hernández, DT del Junior de Barranquilla, anoche en el juego 1x1 vs. Santa Fe. El actual campeón colombiano jugó muy bien, con fútbol aplicado y basado en la tenencia del balón, casi de manera permanente, y desconexión de Giovanni, Dayro y Teófilo. Para la segunda parte, Cheché sacó a Francisco Rodríguez y metió a Jossymar Gómez para buscar la posibilidad de tener el balón y sacar al equipo del fondo. No pudo Jossymar. Entonces, echó mano de Sherman Cárdenas por Luís Carlos Ruiz para el mismo efecto. Tampoco funcionó el tema y, entonces,  Luís Narváez, Diego Amaya y Harold Macías se pusieron al frente del plan defensivo para no perder el juego. La cosa funcionó, el defensor Arol Reyes puso a ganar al Junior hasta el penal convertido por Omar Pérez. Después de ello, a pesar del error en la marca, que originó el penal, los defensores sacaron el partido adelante. El mismo que no se pudo ganar pero que, no se perdió. Eso fue lo más destacado del Junior, la noche del miércoles. No jugó bien, Santa Fe fue mucho más pero… no perdió. En el mundo de los resultados eso es, de hecho, un mérito importante.
No recuerdo haber visto a un equipo en Barranquilla pelearle el partido “a cara e perro” al Junior como lo hizo Santa Fe. Lo apretó en su propio campo, le quitó el balón, no lo dejó salir desde el fondo, le desconectó al tridente de Teófilo, Dayro y Teófilo y se volvió a amo y señor de la historia del juego. Junior casi no operó en ataque. Cero llegadas, cero peligro. Mérito del DT Wilson Gutiérrez del Santa Fe. Nadie esperó eso y eso hizo, toda una sorpresa.

Pero, nada es perfecto. Santa Fe no tuvo a sus goleadores en su noche. Ni Cabrera, ni Martínez Borja. Entonces, al no integrarlos, o no encontrarlos se dedicó a levantar el balón. Por derecha y por izquierda pero, y ese fue su único error, haciéndolos repetitivos y telegrafiados. Casi todos cayeron en las manos de Sebastián Viera sin mayor esfuerzo. Le faltó puntería a pesar del buen trabajo táctico implementado y desarrollado.
Junior hizo su partido más discreto en las diez fechas. El equipo se partió. El circuito defensivo fue activo, toda la noche, con virtudes y defectos, pero con ganas. El circuito ofensivo no estuvo, no apareció, deambuló sin encontrarse nunca. O mejor solo una vez cuando Arol Reyes buscó a Teófilo y lo encontró a través de una pared, de un taco maravilloso y un remate espectacular para el gol del Junior.
Destaco la sinceridad de ambos técnicos. La de Wilson Gutiérrez que explicó cómo y por qué vino a Barranquilla a hacer el planteamiento disciplinado que hizo. La de Cheché Hernández porque reconoció, sin tantas vueltas, que su equipo no jugó bien y que Santa Fe vino a hacer un planteamiento que pocas veces se ve en un equipo visitante en el Metro.
Por tanto, a pesar que se pueda ver el vaso medio vacío, después de todo lo veo medio lleno. Porque Junior sin jugar bien no perdió, porque continúa invicto, porque es el equipo goleador del torneo, porque alcanzó a Millonarios en la suma de puntos en el primer lugar de la tabla y porque, a pesar del parpadeo de anoche, no cabe duda que el equipo barranquillero está para pelear la Liga Postobón.
09-27-2012

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