domingo, 11 de octubre de 2015

Teo Gutiérrez, un goleador de mucho carácter

El barranquillero causa polémica por sus acciones, pero en el campo siempre es una solución.


Su nombre genera mucho murmullo, ya sea para bien o para mal. Pero cuando Teófilo Gutiérrez está en la cancha, todo se convierte en algarabía. Su juego hace que hasta sus detractores tengan que inclinar la cabeza y juntar las manos para aplaudirlo.
Su cabeza apareció como un envío de la Divina Providencia el pasado jueves para convertir el primer tanto de Colombia contra Perú, en la victoria 2-0 en el debut de la eliminatoria, en un partido que estaba tan enredado como suelen ser algunas de sus historias fuera del campo.

Cuando el delantero juega para la Selección no tiene objeciones; puede que lo haga bien, regular o mal, pero su comportamiento no deja que desear, y menos su actitud.
“Todos tenemos que atacar y defender, la amarilla es la mejor camiseta que tenemos los jugadores de la Selección”, dijo, con notable orgullo, el jugador luego del triunfo del pasado jueves en el Metropolitano.
Es que Teo no es un ‘9’ típico: además de que le gusta jugar con el ‘19’, puede imprimirse el ‘10’ en su espalda para transformar sus pies en una máquina de coser y hace ver la pelota como un hilo, para tejer una gran jugada en la que no necesariamente él pone la última puntada, pues puede ser un compañero.
Teófilo Gutierrez (izq.), anotó el primer gol de Colombia contra Perú. (Carlos Capella / ETCE)
Así lo dicen varios entrenadores que lo han dirigido. Eduardo Lara es uno de ellos: “Teo es un gran jugador, como lo demostró contra Perú. Se tira para atrás, a los costados, tiene mucha movilidad y eso inquieta a los centrales”, expresó el técnico, quien lo convocaba para la eliminatoria de Sudáfrica 2010, en la que marcó un gol contra Ecuador, en Medellín.
Otro que tuvo la oportunidad de trabajar con él es Santiago Escobar, cuando en el 2008 fue estratega del Junior: “Teo reúne las condiciones de ese atacante que no se estaciona entre los centrales. Se sabe mover entre líneas y se convierte en el socio de todos para ayudar con la elaboración de juego ofensivo”, comentó el actual director técnico de Equidad.
Eso tiene una razón: al nacido en el popular barrio La Chinita, de la capital atlanticense, le gusta tener en su cabeza los planos del equipo para ayudar a construir con sus pies las victorias.
“Él, por su técnica, puede ser pívot, por eso le pedíamos que retrocediera para ayudar en la creación de juego, además de que es un gran definidor”, señaló Lara, quien hoy viajó a El Salvador, donde será coordinador de las selecciones menores.
Cuando el barranquillero habla de la Selección sus ojos se rasgan, como si fuera un efecto del barrio La Chinita, y su sonrisa es tan grande como un arco de fútbol.
“En esta selección todos trabajan. Sabemos que tenemos bajas importantes, pero todos los que estamos acá debemos poner el pecho para poder conseguir los resultados. Esto es con humildad, sacrificio y el empuje de la gente”, comentó luego del triunfo sobre los incas.
Y cuando habla de “poner el pecho”, ‘Sachi’ lo corrobora: “Cuando tiene que hacerlo, se sale de la zona de influencia; no es un armador, pero sabe jugar bien de espaldas al arco y puede hacerlo junto a uno o dos volantes de creación, como contra Perú, cuando ayudó a (Juan Guillermo) Cuadrado y a (Edwin) Cardona”.
Le gusta que lo mimen
A Teófilo Gutiérrez le gusta que lo traten bien, y cuando no es así no tiene en problema en decirlo y su actuar es consecuente con su forma de pensar.
Así ocurrió en Trabzonspor, en el 2010, al dejar el equipo turco al ver que el técnico no lo tenía en cuenta: viajó a Barranquilla, excusándose en una situación médica, y finalmente terminó en Racing.
El delantero sabía de esa cuota pendiente que tenía en el Viejo Continente y por eso, cuando se iba para Portugal, expresó: “Regreso a Europa en el momento justo, siendo un jugador más maduro y con más experiencia internacional”.
Así ha sido siempre el segundo hijo de los Gutiérrez Roncancio, según recuerda su padre, que lleva el mismo nombre: “Siempre ha sido con carácter. Todo lo que siente lo dice, es frentero. Tenemos la misma personalidad”, dijo el progenitor, quien también fue delantero, pero por una lesión en el ligamento cruzado se pasó a la portería y en esa posición llegó hasta las reservas.
Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, en el que estuvo hasta junio, también entendió cómo era el futbolista, por eso cuando se fue Teo, con gracia, se refirió a su exdirigido.
“Lo que pasa es que Teo es así, es un personaje, hay que saber interpretarlo muchas veces; por ahí vende más todo esto cuando él hace un comentario o cuando él manda una foto, pero es parte de su personalidad”.
Barranquilla es su lugar en el mundo y ahí tiene un gran registro con la Selección, de los 15 goles que ha marcado (quinto goleador en la historia, junto a Víctor Hugo Aristizábal), seis fueron en el Metropolitano, donde no se le recuerda un mal partido vestido de amarillo; y con Junior marcó 47 goles en 93 partidos, medio tanto por juego, muy alto para el fútbol colombiano.
Ingrese pie de foto
“En Barranquilla se siente muy bien, él es un hombre muy familiar, le gusta estar entre la gente que quiere”, reconoció el padre.
Y los hinchas saben lo que a él le gusta, por eso le hacen saber el cariño que sienten y en el Metropolitano corean su nombre con la misma intensidad con que gritan un gol de la Selección Colombia o del Junior, no les importa malcriarlo.
Lara, quien en su proceso de selecciones menores y clubes ha lidiado con muchas personalidades, ve como algo positivo que Teófilo tenga esa forma de ser: “Los jugadores, a medida que van creciendo, se van desarrollando; cuando son jóvenes se creen reyes del mundo. El carácter va con ellos y es bueno que todo no lo acepten, porque les hacen ver otras cosas de las que uno no se percata; por eso, en un diálogo se puede llegar a conclusiones. Teo siempre ha sido trabajador y respetuoso, eso ha hecho que le vaya bien”, comentó el DT nacido en Pradera (Valle).
Cada que Teo tiene una actuación superlativa muchos recuerdan que no hizo parte de ninguna selección juvenil, y para eso Lara tiene una respuesta: “En el momento de escoger la Sub-20 él no figuraba, había otros jugadores que ya tenían recorrido, como Falcao, Hugo Rodallega, Óscar Briceño y Wason Rentería”.
Teo fue así, es así y será así, una jovial pero polémica persona a la que hay que saber “interpretar”. Desde niño se caracterizó de esa forma, por eso en La Chinita, antes de ser ese crac que deslumbró en Junior y ha brillado en clubes como Cruz Azul y River Plate, ya distinguían al pelao, que luego se encargó de hacer famoso ese barrio que parece sumido en el tiempo, mientras Teo avanza hacia el futuro.
Así es Teo. Sabe que un mal capítulo no es el fin de la historia y quiere dejar claro que, así cese la tormenta, los contrincantes deben saber qué vientos soplan.
ANDRÉS FELIPE VIVEROS BERMÚDEZ
Redactor de EL TIEMPO
@afviveros

miércoles, 7 de octubre de 2015

¿ PORQUE COLOMBIA JUEGA EN BARRANQUILLA ?

Con la capital del Atlántico como sede, la Selección ha clasificado a cuatro mundiales.

Por: ESTEWIL QUESADA FERNÁNDEZ


Tras parquear una camioneta a un costado de la vía, una joven cruza la vía y llega hasta el bulevar de la carrera 46, entre calles 82 y 84, donde un hombre ofrece camisetas, colgadas en una cuerda, alusivas a la Selección Colombia de fútbol.
─Estas amarillas a 27 pesitos, mi señorita ─responde el hombre a la pregunta y estira sus brazos para darle una prenda.
─¡Deme una! ─dice la joven, sonriente─. Hay que estar a tono como buena Barranquillera.
Le pregunto si va al estadio y responde de manera afirmativa con la cabeza. Le digo si sabe la razón para que Colombia juegue en Barranquilla, y soltando una carcajada, suelta una frase:
─¡Claro! ¡Porque es la 'Casa de la Selección!
La historia se repite desde hace poco más de 26 años, desde las eliminatorias a Italia 90 cuando Francisco Maturana era ya el director técnico del equipo nacional, de hecho, él le dijo a León Londoño Tamayo, entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, que su objetivo era Barranquilla.
"El estadio Metropolitano estaba recién inaugurado, su cancha era la mejor del país y la afición de Barranquilla mostraba su sentido de pertenencia con Junior y tenía simpatía con el Nacional. Necesitábamos arropar al equipo y eso solo lo podía hacer Barranquilla", dijo hace dos años Maturana a EL TIEMPO.

El entrenador le pidió a Londoño Tamayo guardar el secreto. Maturana quería mover fichas de manera silenciosa, por lo que citó en Medellín al locutor deportivo Édgar Perea Arias, quien tenía una alta sintonía radial en Barranquilla, y le pidió apoyo total para tener la Selección en la ciudad.
"Yo fui exclusivamente a Medellín a eso y respaldé la idea de Maturana", comentó Perea Arias a este diario.
El entrenador también habló con el ya fallecido periodista deportivo Fabio Poveda Márquez y le contó su intención. Poveda Márquez, también con alta sintonía matinal en el programa radial 'Deporte Espectacular', que desde el primero de enero de 1989 salía por 'Radio Mar Caribe' (la emisora de propiedad de Perea), apoyó la iniciativa.
 "Con esos dos hombres que movían masa en Barranquilla todo se hacía más fácil. Y se tomó la decisión que luego anunciaría la Federación y que nos llevaría por segunda vez a un Mundial, luego de 28 años (Chile-62, fue el primero)", dijo Maturana.
Con el país de luto por la muerte 45 horas antes del candidato presidencial Luis Carlos Galán, el domingo 20 de agosto de ese 1989, Colombia debutó en las Eliminatorias con un 2-0, gracias al delantero guajiro Arnoldo Iguarán, con el estadio Metropolitano Roberto Meléndez rugiendo y alentando al seleccionado nacional.
Desde entonces, la 'Casa de la Selección' ─llamada así por primera vez por Fabio Poveda Márquez─ acogió al equipo nacional y ha sido vital en cinco clasificaciones (1990, 1994, 1998 y 2014), excepto el 2006 (para el 2002 y el 2010 las Eliminatorias se fueron de Barranquilla).
Por eso, por la idea de Francisco Maturana y el respaldo de los periodistas Perea y Poveda, Colombia juega en Barranquilla. Este jueves comienza la sexta eliminatoria, son 26 años de apoyo, con alegría, a una Selección.
ESTEWIL QUESADA FERNÁNDEZ
Redactor de EL TIEMPO
Barranquilla