sábado, 5 de junio de 2010

La gran revancha de Carlos Bacca en el nuevo campeón colombiano


El atacante había sido desechado por el Junior hace siete años. Regresó en el 2006 y ahora dio su primera vuelta olímpica.

La primera vez que Carlos Arturo Bacca Ahumada llegó a una cancha del Junior, hace cerca de siete años, anotó tres goles en 20 minutos pero a los tres días lo desecharon de las divisiones menores.

"Una mañana yo mismo lo llevé a la sede de Bomboná (en el municipio metropolitano de Malambo). Lo metieron sobre el final y marcó tripleta. Al día siguiente hizo dos, uno de ellos olímpico, y al otro marcó tres. Sin embargo, el 'pelao' se decepcionó cuando otro técnico dijo que no podía tenerlo porque el cupo estaba completo", recuerda Juan Manotas Correa, porteño emparentado con los Bacca Ahumada, cuyo hijo menor es desde la noche del miércoles, por sus dos goles frente a Equidad, la figura en la sexta estrella conquistada por el equipo 'tiburón' en el fútbol profesional colombiano.

Bacca pasó a jugar, entonces, en el Aurora y en Transporte Puerto Colombia, ambos en la cancha Santander, a pocos metros de su casa del barrio Norte, en Puerto Colombia (Atlántico).

Para ayudar a sus padres, Gilberto (pescador) y Eloísa (más conocida como 'La niña'), el joven trabajó como cobrador de buses intermunicipales antes de regresar a las divisiones menores del Junior (2006, por recomendación de Hugo Quiroz, pariente de su hoy esposa), ir al Minervén de Venezuela (2007), pasar al Barranquilla de la B (2008) y subir al Junior (2009).

"Su padre fue arquero del Oro Porteño, su hermano mayor (tiene una hermana llamada Esterama) Gilberto fue más goleador que él, pero la mayor fuerza futbolera es de los Ahumada", sostiene Manotas.

Nacido hace 23 años, de niño le gustaba lucir el cabello largo. Una vez para no dejarse motilar dijo que le dejaran quieta su peluca. Desde entonces, en Puerto, todo el mundo lo conoce como 'Peluca'.

Es popular en el pueblo desde su tiempo como aficionado. En un entrenamiento para la final, el sábado pasado, los pasajeros de los buses Puerto Colombia-Barranquilla le decían palabras de aliento cuando lo descubrían a un costado de la carretera. Él respondía a cada uno por su nombre y, en casos, preguntaba por algún familiar.

"Esa es mi gente", comentó el goleador de la Liga Postobón a este diario, al tiempo que confesó que se visualizaba anotando el gol del título. Y con su gente, tras el segundo tanto de su autoría que significó la sexta estrella del Junior en el fútbol colombiano, Carlos Bacca, que llegó el jueves en un carro del cuerpo de bomberos, festejó hasta embriagarse de gloria por el equipo que una vez lo desechó...

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