viernes, 11 de junio de 2010

FABIO POVEDA : LA UNIVERSIDAD DE LA VIDA CON EL PERIODISMO DEPORTIVO.....COMO TE EXTRANAMOS


Aquí estuvieras, Fabio

Por Hugo Illera

Al recuerdo de Fabio Poveda Márquez, maestro del periodismo deportivo.

Hoy comienza otro mundial de fútbol, querido Fabio. Aquí estuvieras chupando frío. Estuvieras con tu grabadora negra de cassettes, todavía con el Tandy aquel para escribir y comiéndote las uñas a cada momento. También con el sabor a whisky en tu boca y con el guayabo de la única vez que tomabas: al subirte a un avión.

En el mismo hubieras gozado. En el vuelo Buenos Aires – Johannesburgo, de Aerolíneas Argentinas, vinimos juntos con las barras bravas gauchas. Juntos pero no revueltos. También venían Carlos Bianchi, Enzo Francescoli, ‘El Cabezón’ Ruggeri, Toscano Rendo, la gente de la prensa de ese país. Con seguridad, mientras esperábamos el carro de alquiler, te hubieras encontrado con Susana Jiménez, el amor divino de Carlos Monzón, con quien compartiste tantos momentos en aquellos viajes épicos, soñados, casi imposibles a Europa para seguir a Rodrigo Valdés. Me topé con ella, acababa de aterrizar en otro avión y la llevaban en volandas porque los fotógrafos y camarógrafos corrían detrás de ella. Aquí en confianza, el viaje de casi nueve horas y el trasnocho, le habían quitado el maquillaje y el glamour. Ya se ve como una Barbie, pero de antes de la segunda guerra mundial.

Con seguridad te estuvieras quejando del ruido de las trompetas de plástico de los africanos, las ya célebres Vuvuzelas. Estarías molesto porque te dañarían las grabaciones de aquellas entrevistas largas, kilométricas, donde no dejabas nada para el olvido. Te quejarías de los hoteles, del servicio demorado, de la parsimonia del sudafricano. Pero también estuvieran ponderando los estadios, las autopistas y, claro, la comida local servida de manera generosa. Estuvieras inquieto por saber cual era el animal más cercano a la guartinaja o al armadillo y si se podían comer.

Ya hubieras grabado horas enteras con ‘Pacho’ Maturana, ‘Bolillo’ Gómez y Leonel Álvarez. Aquí están y cuando hablamos de ti, que es muy recurrente, expresan con sonrisas, y hasta carcajadas sonoras, lo buen amigo que fuiste, lo fundamental de tu apoyo para ir a tres mundiales, pero también, con su mirada nostálgica, recuerdan tu ausencia. De verdad creo, que no se han acostumbrado y pienso que, cuando ven venir la fila de periodistas a su encuentro, siempre están buscando en el grupo tu cara amiga, tu mamadera de gallo y tu espera a ser el último porque no te gustaban las entrevistas en grupo.

Para un día como hoy, cuando comienza el Mundial con el partido Sudáfrica vs. México, ya hubieras entrevistado a Nelson Mandela, a Desmond Tutu, hubieras visitado y fotografiado Soweto, hubieras ido a la isla cárcel de Cape Town, hubieras entrevistado a Maradona, Messi, Tévez, Dunga, Robinho, Cristiano Ronaldo y hasta Shakira y a Juanes. A todos. Cómo lo hacías, me preguntan. “Se las tiraba de pendejo”, me dijo Bolillo, y porque, además, tu cara ya era conocida porque siempre estuviste en los momentos grandes del deporte.

En fin querido Fabio, aquí estuvieras. Con la alegría de cuando cubrirías, en Francia 98, tu primer mundial con una cadena de radio, con Caracol. Con aquella expresada felicidad cuando hicimos el seminario previo al viaje, con tu empute porque Óscar Rentaría te mando a Montpellier y no a Tour de Pine donde estaba Colombia, y con tu ya montada estrategia: adelanto noticias, mando grabaciones y, en la madrugada, me empujo en un tren, pero de que voy a estar con la Selección,
voy a estar. Y si Rentería se cabrea, que se vaya pal carajo.

Aquí estuvieras, con Fabito, haciendo una dupla de lujo, estuvieras con los mismos dramas de siempre: botando la cartera, los dólares, la cámara y hasta el Tandy.

Pero estuvieras también visitando restaurantes, shows, viendo a la gente local para después describirlo, en Deporte Espectacular y en EL HERALDO, con esa memoria, con ese entusiasmo, con aquel no te calles nada. Porque, de verdad, contabas todo, hasta cosas que no podías.

Aquí estuvieras montándosela a Edgar Perea, el Señor Embajador. Te hubieras burlado de él viéndolo, lleno de boato y hablando en inglés, recibir a los diplomáticos invitados a un almuerzo para un grupo selecto de colombianos. Te hubiera importado un reverendo, igual hubieras probado todos los platos, hubieras repetido cuando hubieras querido y hubieras acabado en la cocina buscando el cucayo, el mismo que depredabas donde el ‘Pini’.

Aquí estuvieras Fabio, con tus invitaciones, con tus trabajos, con tus fotos, con tu manera de ver la vida a través del periodismo, aquí estuvieras Fabio, te extrañamos.

2 comentarios:

  1. No había leido esto, se me salieron las lagrimas. Que manera de recordarlo la de Hugo, lo describió a la perfección. Casi que fue como si el hubiera estado en Africa.

    ResponderEliminar
  2. Un grande si y muy humilde recuerdo x el mi padre consiguió una gran empleo ,y yo siempre oía su programa temprano si ,gran persona si y no sabe la falta le hace a barraquilla si ,se cuando tenga mi hijo y un futuro será 10 del junior ,siempre le hablare de favio si un gran sueño es tener mi gran salon de deporte y tener fotos de todo de favio ,mi junior y todas las glorias del deporte si vivo x fuera pero se un futuro volveré ak mejor vividero del mundo,fabio quila siempre te lleva en su corazón

    ResponderEliminar