lunes, 2 de agosto de 2010

A Ruiz le entonaron varias veces el ‘corito celestial’


Si bien es cierto que el ‘corito celestial’ es universal, en ninguna otra parte del mundo se entona de la manera peculiar y tan pegado al oído como en el viejo querido Romelio Martínez.

De eso puede dar fe Óscar Julián Ruiz, quien ni siquiera la célebre noche en la que El Pibe Valderrama le mostró el billete de 50 mil pesos en el estadio Metropolitano, en un partido de Junior contra América, había sacado tanto de casillas a la hinchada tiburona.

Es una lástima que Ruiz terminara siendo el protagonista del reencuentro de los junioristas con su viejo escenario. La gente había acudido en gran número para evocar las grandes tardes del Junior de los obreros, donde prácticamente se hizo invencible.

O para de nuevo traer a la mente el estribillo de aquella vieja canción que decía: “Ataca, el equipo de Varacka”, y hasta imaginar al Puchero parado en la raya discutiendo con el árbitro o entregando alguna indicación a sus dirigidos.

Prueba de que el público estaba invadido de nostalgia fue que aplaudió a rabiar un planchazo de Román Torres para despojar de la pelota a Rodrigo Marangoni. Una jugada que habría pasado inadvertida si antes, en ese estadio, Dulio Miranda no se hubiera tirado igual para intimidar al rival y hacer respetar su zona.

Pero Ruiz tenía que dejar su huella impregnada en esa cancha sagrada. Los seguidores junioristas, que ya estaban prevenidos con el árbitro internacional (lo recibieron son silbidos a su llegada al estadio y cuando saltó al terreno de juego) le cantaron por primera vez el corito cuando sancionó a favor del Tolima una falta inexistente a Jorge Casanova.

El cántico volvió a aparecer cuando no dejó cobrar a riesgo una falta a Giovanni Hernández, pero cuando sancionó una falta sobre Marangoni, después de que éste ya había disparado desviado al arco del Junior, ahí sí se escuchó con mayor intensidad, sobre todo, porque le mostró cartón amarillo a Giovanni Hernández, por protestar.

En ese cobro con pelota quieta, el Tolima encontró la paridad y segundos después, ante la insistencia de Giovanni en el reclamo, Ruiz le sacó la roja al capitán del Junior, lo que originó otra reacción enardecida de la parcialidad juniorista.

Al final del partido, Ruiz tuvo que retirarse escoltado por la policía. Muchos aficionados lo siguieron hacia la entrada de su camerino para reprocharle su actuación influyente en el resultado final.

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