sábado, 17 de julio de 2010

Un nuevo aire para Arango??????


Por Rafael Castillo Vizcaíno

Atrevimiento es la palabra clave para la recuperación de Paulo César Arango. El volante vallecaucano necesita sacudirse los miedos y volver a pedir el balón con total confianza para brillar en el Junior.

“Estos seis meses me sirvieron de experiencia, aprendí muchas cosas y sé que tengo que mejorar muchas otras”, reconoce Arango.

Los jugadores que padecen un mal momento futbolístico suelen caer en un mar de nerviosismo y pensar en el yerro. Cargan a cuestas con una presión que les impide funcionar con normalidad. Requieren exorcizar esos fantasmas con
determinación, veteranía, valentía, osadía, sin sonrojos por los chiflidos y rugir de la tribuna.

La confianza y seguridad es vital para el buen desempeño del deportista. Algo de eso se le extravió a Arango en el semestre anterior, a pesar de que no es ningún novato.

“Quería hacer una jugada y me equivocaba... Uno siempre tiene temor de no querer equivocarse otra vez”, admite Arango.

En medio de un evidente bache, el volante vallecaucano no logró despertar y retomar la frescura de su juego. La enorme expectativa que generó su contratación se empezó a desinflar con el paso de los partidos. Hasta Diego Umaña, el técnico que lo trajo al Junior, le redujo el respaldo y lo mandó a la banca.

Ahora, con el inicio de la nueva temporada y una lesión de Luis Carlos Ruiz durante la etapa de preparación, Arango alcanzó un escaño en la titular. Un nuevo aire para demostrar las grandes condiciones futbolísticas, que casi nadie pone en duda.

“Mucha gente, cuando voy al centro comercial o camino por ahí, me ha brindado su apoyo. Espero no defraudar a todas esas personas y a mi familia, que siempre está al lado de uno haciendo fuerza para que todo salga bien”.

Umaña ha tratado de inyectarle la dosis de seguridad que necesita para pelearle el puesto a Ruiz, que remató con fuerza la campaña del título y está en la suplencia dispuesto a recuperar lo que considera suyo.

“El profe me dijo que en el fútbol uno debe tratar de equivocarse lo menos posible, pero que si uno se equivoca una, dos o tres veces, igual debe seguir intentándolo”.

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