martes, 25 de mayo de 2010

Equidad y Júnior, entre el proceso y la tradición


Los aseguradores suman once jornadas de invicto y por fuera lograron el único título en primera: la Copa Postobón 2008.

La regularidad no propiamente los une. De hecho, estuvieron más tiempo por fuera de la zona de clasificación que dentro de ella, pero igual vinieron a repuntar en el momento justo, cuando en realidad importaba, y eso también cuenta, tanto que al venir de menos a más, con aire en la camiseta que llaman, encontraron en ese impulso el aliado suficiente para superar la penúltima instancia del rentado y quedar a 180 minutos de la gloria.

La Equidad y Atlético Júnior vinieron a ser los últimos en sumarse a la semifinal del Apertura, mientras Tolima y Medellín aseguraron de forma anticipada su tiquete, y hoy son los primeros y únicos que lo podrán disputar a partir de mañana en la serie de ida y vuelta.

Pero los caminos de cada cual para gozar ahora de semejante privilegio son tan distintos como sus propias historias, ya que los aseguradores apenas suman su cuarta temporada en primera división, aunque siempre apoyados en un proceso liderado por Alexis García desde la B, mientras los rojiblancos, fieles a su tradición, van por su sexta estrella con un equipo que se armó para pelear, empezando desde el banco técnico con la contratación este año de Diego Umaña, de gran campaña con América en las dos pasadas temporadas.

Igual a estas alturas, al encontrarse tan cerca de culminar el camino, lo que menos parece importar es la forma en que se llegó, sino lo que está en juego y aquel que termine imponiéndose deberá hacerlo con argumentos para inclinar una balanza tan equilibrada al tener los finalistas varias cosas en común.

La solidez táctica los distingue

Así en el Júnior asomen más individualidades, Umaña y García han soportado sus esquemas, antes que en nombres, en un colectivo homogéneo que parte habitualmente de una línea de cuatro en el fondo, con otra en el medio, un mediapunta y un delantero.

En la mitad parten de la premisa del doble tapón (Jorge Casanova y Jossymar Gómez, en los barranquilleros, y Jerson Córdoba y Dáger Palacios, por los capitalinos) y a esa pareja de volantes de contención la apoyan dos jugadores de ida y vuelta por los costados (Víctor Cortés y Luis Carlos Ruiz-Leonardo Castro y Sherman Cárdenas).

Para la creación, Júnior dispone de un típico enganche como Giovanni Hernández, quien se complementa a la perfección con Carlos Bacca, mientras en Equidad, quien oficia de mediapunta es el argentino Ariel Carreño, quien tiene más sacrificio para retrasarse unos metros, conformar en determinados momentos una línea de cinco y ya en fase ofensiva lograr el puente con Carlos Rentería.

Los refuerzos también respondieron

El 4-4-1-1 les ha funcionado por la aplicación de cada jugador en el campo y también el aporte de los refuerzos que han respondido como tal. A excepción de Paulo César Arango, quien nada que puede consolidarse en La Arenosa, Román Torres le dio más solidez y prestancia a la defensa juniorista, mientras Víctor Cortés aportó desequilibrio y gol —suma siete festejos en el torneo y es el segundo anotador del equipo—.

Y si en Barranquilla sienten que supieron invertir, ni hablar de la satisfacción entre los directivos de Equidad, porque no fue fácil desprenderse en su momento de referentes de campañas anteriores, como el propio Torres, Roberto Polo, Stalin Motta o Víctor Giraldo, pero gracias a las sugerencias del cuerpo técnico y la gestión de contratación supieron reemplazarlos.

Por eso hoy nadie discute que John Viáfara, aparte de experiencia, le transmitió mentalidad ganadora al plantel albiverde, mientras Sherman Cárdenas y Leonardo Castro, desechados en Millonarios, hoy cobran revancha en el equipo más joven de Bogotá al ser pilares de su once titular.

El botín de oro, premio adicional

Pero entre las caras nuevas, a uno que avalan aún más los números es a Carlos Rentería, actual goleador del torneo con 12 tantos, quien aparte de ilusionarse con su primera vuelta olímpica, desea la moñona con el botín de oro, el cual disputará con otro artillero que le acecha a sólo dos tantos: Carlos Bacca.

El delantero barranquillero es la principal carta ofensiva de Júnior y, ante la partida de Teófilo Gutiérrez, supo asimilar la responsabilidad y hoy es pieza inamovible para Umaña, al punto que Martín El Toro Arzuaga es alternativa.

Cada quien ha contribuido para que sus equipos sean de los más anotadores del torneo (Equidad suma 32 por 31 junioristas), cifras que advierten del duelo de gol en esta final, a la cual llegan dos conjuntos que no lucieron tanto como Tolima y Medellín, pero que resultaron más efectivos y eso al fin de cuentas es lo que marca la diferencia.

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