domingo, 23 de mayo de 2010

La mano de 'Peto' clasificó al Junior a la final contra Equidad


Carlos Rodríguez, con apenas nueve partidos en primera, atajó todo lo que le patearon.

Junior, que había sufrido a lo largo de todo el año por falta de un arquero confiable, encontró en la tercera opción que tenía, Carlos Rodríguez, al héroe que evitó una derrota más abultada frente al Medellín, anoche, en el estadio Atanasio Girardot. Gracias a sus atajadas, Junior apenas perdió 1-0 y, con el 3-1 que había conseguido en Barranquilla el jueves pasado, clasificó a la final de la Liga Postobón para jugar contra Equidad.

El portero de 27 años, que apenas lleva cinco partidos en el campeonato y nueve en primera división; el mismo que tuvo que ver, desde el banco de suplentes o por TV, las fallas de Adrián Berbia y Didier Muñoz, se puso el traje de héroe para meter al Junior a su segunda final en los últimos cuatro torneos. Y eso que muchas veces tuvo que resignarse al trabajo de ayudar a calentar al portero titular y de esperar una oportunidad que no le llegaba. De ahí su apodo, que él mismo rechaza: el 'Peto', llamado así por los chalecos que se ponen los suplentes para entrenar.

Sin el peto encima y con el buso de titular, Rodríguez, atajó al menos cuatro opciones claras de un equipo que necesitaba ganar por dos goles de ventaja, que empujó desde el primer minuto hasta el último, y que tuvo, como único premio de consolación, un solo gol, en la única pelota que no alcanzó a controlar Rodríguez, un remate de Juan David Valencia que manoteó el golero y que el paraguayo Mario Édison Giménez mandó al fondo del arco en un esfuerzo que terminó con un fuerte golpe contra el poste que casi lo saca del partido. Iban 37 minutos de juego cuando esa pelota entró al arco visitante y parecía que el DIM iba a pasar de largo. Rodríguez no quiso que fuera así.

Medellín volvió a sufrir el mismo problema que lo dejó afuera de la Copa Libertadores en la fase de grupos: cuando tuvo que hacer goles, simplemente falló. Y no es por falta de generación de fútbol: el equipo creó diez opciones claras para anotar, metió al Junior en un solo arco y le dañó la intención de asegurar el partido en un contragolpe, al menos en el primer tiempo. Pero le volvió a faltar la última jugada. No es gratuito que, hasta antes de empezar el partido, era el equipo con menos goles anotados entre los cuatro que llegaron a la semifinal del torneo.

Junior tuvo suerte en el primer tiempo. Pero en la segunda etapa, cuando Medellín se olvidó del ataque ordenado, apeló al amor propio y dejó abiertas las puertas de su arco, también pudo haber definido la serie con un poco más de tranquilidad, primero, con un remate de Giovanni Hernández, y después, con un remate de Luis Carlos Ruiz que se estrelló en el horizontal.

Los últimos minutos fueron dramáticos, pues Junior prefirió buscar un gol para asegurar la serie y Medellín también se volcó por un tanto que forzara el desempate desde el punto penalti, que no llegó. Junior es el segundo finalista gracias al portero que tenía como tercera opción y en el que casi nunca confió...

No hay comentarios:

Publicar un comentario