viernes, 21 de mayo de 2010

JUNIOR " a lo lejos se ve la ......................"


“Hay que seguir jugando igual”

Si hubo un momento clave del juego fue el 1-1 de Junior y el entrenador tiburón Diego Umaña admitió que fue un respiro. Sufría en la tribuna al estar sancionado. Bajaron las indicaciones. Empate y borrón y cuenta nueva para buscar la victoria. “El gol de nosotros nos estabilizó para desarrollar lo que se había pensado. El equipo hizo muy bien la interpretación del gol de posesión”.

Este Junior sabe en su casa tiene nervios de acero para no caer en el desespero ni dejar que la angustia, que baja de la tribuna, le atropelle.

Hilvana su fútbol a base de paciencia y aunque ante Medellín tuvo el balón en los tiempos que lo exigía el juego. “Sabíamos que el uno a cero en contra complicaba. Fue un baldado de agua, pero remontamos. El profe pidió tranquilidad, cabeza fría para sacarlo adelante y Se hicieron las cosas”, se felicitó Jossymar Gómez.

Giovanni Hernández puso la puntilla y mandó un mensaje de fe a los aficionados para ir a Medellín a definir la clasificación a la final. “Hagan fuerza y crean en nosotros. Queremos hacer un gran papel”.

Junior pudo ampliar la ventaja. Tuvo con Martín Arzuaga la posibilidad, y Jossymar se lamentó. “Quisimos buscar el cuarto. La diferencia es corta y Medellín estaba dando espacio”.

La cabeza ya después del 3-1 estaba en el juego de vuelta. Umaña adelantó que Junior no se irá a esconder. “Hay que seguir jugando igual. El partido exigirá a quién tenga el control del partido”.

Dos zapatazos con el alma

Por Manuel Ortega Ponce

Al minuto 43 del segundo tiempo, cuando el tablero informaba la sustitución de Vladimir Hernández por Víctor Cortés, el público en el estadio Metropolitano se puso de pie y le brindó una atronadora ovación al hombre que con dos goles le había cambiado la historia a un partido que no había comenzado bien para Junior.

La despedida al jugador vallecaucano fue tan ruidosa como la forma como la afición celebró sus goles anoche ante el Medellín.

Antes del partido se comentaba y se alababa la gran producción de Cortés en sus últimas presentaciones con el cuadro barranquillero y como, poco a poco, mostraba que había encajado en el funcionamiento del equipo. Cortés apareció en un momento clave del partido, cuando todo era tinieblas para Junior, cuando perdía 1-0 y no se encontraba en el campo de juego.

Fueron dos zapatazos imponentes, dos zurdazos inatajables para Brayan López, para Aldo Bobadilla y cualquiera que hubiera custodiado anoche el pórtico del Medellín.

Si en juegos anteriores, Cortés había sido blanco de críticas por haber malogrado opciones claras de anotar, su actuación de anoche fue soberbia. No sólo por su visión y convicción para tirar al arco y su efectividad, sino la forma que se prodigó durante los 87 minutos que estuvo en la cancha, con el vigor de un juvenil.

No sólo el público alabó lo que hizo Cortés ante el Medellín. El técnico Diego Umaña reconoció después del partido que estaba viendo al Cortés que había tenido en el América. Contó que en los primeros juegos que disputó con Junior no lo vio bien y por esto lo metía y lo sacaba. Le lanzó un reto y ahora está respondiendo.

Cortés llegó a siete goles en el presente campeonato y es, detrás de Carlos Bacca, el segundo mejor anotador del Junior.
El poderoso fue Junior

Por Rafael Castillo Vizcaíno

Poderoso el ataque del Junior. Poderosos los zurdazos de Víctor Cortés. Poderoso el talento de Giovanni Hernández. Poderoso el temperamento de Román Torres. Poderoso Carlos Rodríguez y sus atajadas. Poderoso el equipo de Barranquilla que se impuso 3-1 al campeón de Colombia Deportivo Independiente Medellín, anoche en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, y dio un paso importante en su lucha por llegar a la final de la Liga Postobón.

La primera batalla —la segunda será este domingo, a partir de las 5:45 p.m. en Medellín—, resultó favorable a los Tiburones gracias al atrevimiento y fortísimos disparos de Cortés.

El delantero vallecaucano le puso dinamita a su botín, mientras Giovanni Hernández una mira a su guayo. Dos anotaciones del primero, a los 12 y 24 minutos del primer tiempo, y un preciso disparo de francotirador del segundo, a los 8 del segundo período, pusieron a más de 20 mil personas a gritar y a gozar una valiosa victoria, que pone al club rojiblanco con un pie en la serie decisiva por el título. ¡Ojo! Sólo con un pie, todavía no se ha ganado nada. Faltan 90 complicados minutos en el estadio Atanasio Girardot.

El partido resultó vibrante de principio a fin. Sin descanso, imparable, de ida y vuelta.

Los dos equipos evidenciaron sus deseos de avanzar a gran la final. Los rojos de Antioquia no vinieron a especular y Luis Carlos Arias, apenas a los 2 minutos de juego, puso en ventaja al Medellín.

Fue un duro golpe a la hinchada y al equipo. Se empezaron a remover los recuerdos del pasado. Los fantasmas de la final contra el Once Caldas, los duendecillos de la semifinal pasada ante el mismo DIM. Todo un mundo de temores.
Junior no encontraba la pelota y hacía falta presión y agresividad para retomarla.

Sin embargo, la zurda despiadada de Cortés acabó con todo. Con los ‘Fantasmas’, con el arquero Brayan López y con el Poderoso. Junior despertó a lo grande.

Los latigazos del Curo inflaron la red y voltearon la arepa, que tenía sabor paisa.

No hubo respiro en el primer tiempo. El juego se tornó más intenso y de toma y dame con la victoria local. Medellín controlaba la redonda con mayor criterio y Choronta Restrepo, con un remate que chocó en el palo izquierdo de Rodríguez, por poco empata.

No obstante la transición de defensa ataque que aplicaba al Junior sorprendía y generaba constante peligro.

Los dirigidos por Diego Umaña regalaban terreno y contragolpeaban con la salida veloz de Ruiz, Cortés, Hayder o Jossymar. Era como un escorpión que esperaba que lo tocaran para lanzar su aguijón desde atrás.

Así llegó el tercer gol en el arranque de la etapa complementaria. Giovanni y Fawcett venían tejiendo una jugada desde la zona posterior y el ‘10’ de un momento a otro cambió de ritmo, se acercó al arco de López y con un teledirigido derechazo decretó el tercero.

El DIM, acostumbrado a las salvadas milagrosas de su estelar arquero Aldo Bobadilla, lo echaba de menos. No hubo Superman en el arco ni en ataque. Los pupilos de Leonel Álvarez, aunque manejaron el esférico por largos ratos del partido, reaccionaron y se aproximaron con algún riesgo al arco de Rodríguez, no contaban con el héroe que redujera las distancias para recibir con menos presión el partido de vuelta.

Román Torres puso su ‘canal de Panamá’ nadie pasaba. Cuando superaban ese peaje del cuarteto posterior, aparecía Rodríguez o la mala puntería, como cuando Juan David Valencia botó por arriba un rebote tras cabezazo de Giménez en el palo.

Junior también pudo marcar más goles con Arzuaga, pero López imitó a Bobadilla y puso sus manos providenciales.

Fue un partidazo con dos grandes equipos, pero uno fue más Poderoso: Junior.

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